La pintura intumescente se trata de una pintura la cual su capa otorga una estabilidad en el acero esencial contra el fuego, ya que, cualquier acero cubierto por esta pintura favorece a la ralentización de la subida de temperatura del mismo acero. Esto se debe a un efecto que produce dicha pintura, la cual, en caso de una subida anormal de la temperatura, se expandirá su fina capa, formando una de gran espesor que servirá como aislante térmico.
Todo esto supondrá que, en caso de un incendio en el que los combustibles se tratan de madera, papel o plásticos, el acero sin cubrir por esta pintura llegará a una temperatura de 550ºC en poco más de 15 minutos. Mientras que el que esté protegido, alcanzará la misma temperatura, pero entre los 30 a 120 minutos.
Podemos entender que esta pintura forma parte también en la protección pasiva contra los incendios, reduciendo los daños en caso de esta situación producirse. Formando una parte fundamental de dicha protección pasiva ya que previene grandes daños futuros en un posible incendio, dejando unos grandes costes de reparación, siendo aun mayor el precio de la misma restauración que el haber hecho esta protección pasiva previamente.
La aplicación de este sistema de pintura intumescente tiene varias ventajas:
-La protección anticorrosión del acero
-La protección eficaz contra incendios de estructuras de metal
-Un realzo en la estructura metálica, dándole un acabado estético a la estructura
-Su mantenimiento simple y rápido.
-El bajo impacto que supone en nuestras estructuras en cuanto al peso.